La lucha por la corona tendrá un nuevo capítulo este domingo en Reserva del Higuerón. Las dos mejores parejas del circuito Pádel Pro Tour se vuelven a enfrentar en una final. Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguin ante Juani Mieres y Pablo Lima. Los “reyes” contra los “príncipes”. El espectáculo está garantizado en la Costa del Sol.
Por dos caminos diferentes llegaron al mismo destino. Unos sufriendo, dejándolo todo y más en la pista para no perder el invicto y estar presentes en su quinta final consecutiva. Los otros, dando cátedra, jugando su mejor pádel, exhibiéndose ante el público de Fuengirola y alrededores.
No nos cansaremos de decir y repetir que por algo son los números 1 de este deporte. Pero además están en racha, siguen invictos, y todos esos factores incidieron sin lugar a dudas en la definición de la semifinal ante Miguel Lamperi y Matías Díaz.
Juan y Bela se llevaron la victoria en una apasionante definición en el tie break del tercer set, cuando anteriormente cada uno había conseguido un set con idéntico resultado 6/3.
Pero lo emocionante no fue sólo el tie break, sino todo el desarrollo del tercer set, ese que tuvieron en sus manos los “carismáticos” Lamperti-Díaz y dejaron escapar como arena entre los dedos.
A los números 1 no hay que darles la más mínima oportunidad porque te liquidan. Miguel y Matías se estarán acordando hasta ahora de esos dos 0-40 que tuvieron con el saque de Juan en el noveno juego y con el servicio de Bela en el undécimo, y que increíblemente no pudieron cerrar.
Cuando no era uno era el otro el que el fallaba, principalmente en el noveno juego, porque en el undécimo, Juan Martín se la jugó, le pegó de todos lados y como él mismo lo dijo al finalizar “por suerte salió bien, había que arriesgar”.
El primer set lo ganaron Juan y Bela con claridad, con un break de ventaja que consiguieron a poco de empezar, en el segundo juego. Todo lo contario ocurrió en el segundo, los “carismáticos” le pagaron con la misma moneda, rompiendo en el mismo juego.
Todo lo bueno se lo guardaron para el tercer set y esa definición en el tie break, donde los nervios le jugaron una mala pasada al “pequeño guerrero”. Matías, que volvió a hacer un partido perfecto, falló en el momento decisivo, tres voleas seguidas a la red y otra larga al cristal. Le jugaron todo a él, Miguel no pudo entrar ni una vez en el tie break y ahí estuvo la clave de la victoria de los números 1.
Juani y Pablo sin despeinarse
La segunda semifinal fue un visto y no visto. Dos caras totalmente opuestas. A unos les salió todo perfecto y los otros no embocaron una. Vaya día de Agustín y Maxi, mejor olvidarlo.
Juani Mieres y Pablo Lima destrozaron por 6/1 y 6/0 a Silingo-Grabiel. Volvieron a jugar ese pádel del siglo XXI, ese pádel distinto, ese que los catapultó hasta la segunda posición del ranking Pádel Pro Tour.
Presionando, jugando a otra velocidad, no dejando pensar a sus rivales que una y otra vez cayeron en la trampa. Hoy Juani tuvo su mejor noche, le funcionó la volea, se mostró seguro y no había a quien tirársela, porque el brasileño Lima bola que cogía, bola que fulminaba.
Desconcentrados por completo, el partido se terminó pronto. Hasta el público comenzó a abandonar las gradas con el 3/0 del segundo set. No se vislumbraba por ninguna parte la reacción y tal vez le faltó a Maxi y Agustín esa pausa, el ganarle primero a sus cabezas, tranquilizarse e intentar otros caminos.
Igualmente, cuando los “príncipes” juegan, es difícil controlarlos. Mañana en la final tendrán un triple reto: cortar el invicto de Juan y Bela, acercarse más en el ranking y conseguir el cuarto trofeo del año. Sería el mejor regalo de cumpleaños para Doña Liliana, la mamá de Juani, que sufre más nadie desde la tribuna.